Y regreso un día después de mi cumple y un ataque de ansiedad que duró más de 2 horas. Una ansiedad que todos hemos vivido, que todos sentimos y que se puede ver atreves de los ojos de la gente, de la voz y de las llamadas repentinas.
Evitó las redes sociales, para no saturarme de información o ser egoísta y mantener la calma. Esa calma que hoy día es un lujo, que recuerdo vagamente y es flotar en la Laguna de Bacalar y no escuchar nada: silencio.
Los silencios son necesarios, así como los blancos en el diseño, en las nubes, en las montañas y en el sol.
– ¡Blanco, piensa en blanco! – es lo que te dicen algunos meditadores para “iniciarte en lo espiritual” pero algo que entendí es que el silencio no es nada si el ruido y el blanco no es nada sin el negro, por lo tanto esa ansiedad no es nada sin la calma y viceversa.
¿Como logre calmar mi ansiedad?
Respirando y meditando. Aceptando que tengo blanco y negro, que tengo calma y ansiedad y que tengo ruido y silencio.
Acá una lista de rolas que les pueden ayudar a bajar la ansiedad, o al menos a mi me ayudó.